
La formación es un proceso que busca mejorar las competencias y habilidades de las personas en sus puestos de trabajo, y adaptarse a los cambios y demandas del entorno laboral. En este texto, se explican los principales tipos y métodos de formación que existen en la actualidad, y se ofrece una guía para elegir los más adecuados según los objetivos de aprendizaje deseados. Los tipos de formación se refieren al objetivo que se persigue con la formación, y se pueden clasificar en cuatro categorías: inicial, continua, específica y transversal. La formación inicial se realiza al incorporarse a un nuevo puesto o empresa, y busca facilitar la integración y el aprendizaje de las tareas básicas. Se realiza de forma periódica a lo largo de la vida laboral, y busca actualizar y ampliar los conocimientos y capacidades de los trabajadores. Esto sirve para adquirir o mejorar una competencia concreta, relacionada con un área o función determinada. La formación transversal se realiza para desarrollar competencias genéricas, como la comunicación, el trabajo en equipo, la creatividad o la resolución de problemas. Los métodos de formación se refieren al medio o la forma que se utiliza para impartir la formación, y se pueden clasificar en varias técnicas, como el aprendizaje basado en la tecnología, los simuladores, la formación en el puesto de trabajo, la formación dirigida por un instructor, el juego de roles, las películas y vídeos o los estudios de casos. El aprendizaje basado en la tecnología utiliza medios digitales como ordenadores, tablets, móviles o plataformas virtuales, para acceder a contenidos interactivos, flexibles y personalizados. Los simuladores recrean situaciones reales o ficticias, en las que los participantes pueden practicar y experimentar sin riesgos, recibiendo retroalimentación inmediata. La formación en el puesto de trabajo consiste en aprender haciendo, bajo la supervisión o el apoyo de un tutor, mentor o compañero más experimentado. La formación dirigida por un instructor se basa en la exposición oral o escrita de un experto, que transmite sus conocimientos y resuelve las dudas de los asistentes. El juego de roles consiste en representar un papel o personaje, en una situación determinada, para desarrollar habilidades sociales, emocionales o comunicativas. Las películas y vídeos se utilizan para mostrar ejemplos, casos o modelos de actuación, que sirven de inspiración o reflexión para los participantes. Los estudios de casos consisten en analizar y resolver problemas reales o simulados, aplicando los conocimientos y las herramientas adecuadas. Para elegir los tipos y métodos de formación más adecuados, se deben tener en cuenta varios factores, como el perfil de los participantes, el nivel de conocimientos previos, el tiempo disponible, el presupuesto, los recursos, las necesidades y las expectativas de aprendizaje. Lo importante es combinar y adaptar los tipos y métodos de formación según las características de cada persona y organización, para lograr los mejores resultados posibles.
|